sábado, marzo 21, 2015

La Base al descubierto

Territorio que ocupa la ilegal base naval yanqui en Guantánamo
Cuando el coronel del Ejército Libertador de Cuba Manuel Sanguily, de visita en Estados Unidos, conoció por la prensa neoyorquina que el 10 de junio de 1898 unidades navales norteamericanas desembarcaron en Playa del Este, en la Bahía de Caimanera, en la porción oriental de Cuba, lanzó una sentencia lapidaria: «Han visto a Guantánamo, jamás renunciarán a poseerla».

El tiempo y los hechos darían la razón al mambí irredento. El sonido de las botas de los infantes de marina de aquel primer batallón, bajo el mando del coronel Huntington, retumbaría largamente en la conciencia nacional, durante la prolongada ocupación de la más codiciada bahía del hemisferio, por su posición geográfica, su configuración de bolsa, su calado profundo y la extensión superficial de sus aguas.

«La bahía está a solo 125 kilómetros del Paso de los Vientos, una obligada ruta marítima entre norte y sudamérica, y en línea recta a 1 320 kilómetros del istmo de Panamá, lo que convierte a Guantánamo en el mejor seno marino del Mediterráneo americano», afirma en entrevista para JR, José Sánchez Guerra, historiador de la ciudad de Guantánamo y presidente de la Unión de Historiadores de la provincia, quien ha realizado diversos estudios sobre el tema, algunos inéditos.
José Sánchez Guerra, historiador de la ciudad de Guantánamo y presidente de la Unión de Historiadores de la provincia

 —¿Cómo empieza a configurase el interés de la naciente potencia imperial por esa porción de suelo cubano?
—Desde épocas tempranas los marinos se percataron de que el puerto de Guantánamo era el más seguro para la navegación entre sus similares del Caribe, ya que además de su ubicación geográfica, amplitud, profundidad y las numerosas ensenadas con que cuenta para proteger naves, no lo había penetrado el ojo de un huracán, debido a que la región del extremo oriental de Cuba está protegida de los huracanes por el anticiclón del Atlántico del Norte y por las elevadas montañas de Haití.

«Por otro lado, la presencia en el verano de 1741 de 500 hombres procedentes de las Trece Colonias inglesas de Norteamérica en el ejército invasor británico que desembarca y ocupa los territorios limítrofes de la bahía, bajo el mando del vicealmirante Edward Vernon, persigue el objetivo de establecer una colonia militar y fomentar la base naval principal de operaciones en el Caribe del almirantazgo londinense; así se pone de manifiesto que años antes de que se proclamara la independencia de EE.UU., comenzaban a organizarse en Norteamérica fuerzas que ambicionaban apoderarse de Cuba».

—El 29 de mayo se cumplirán 81 años del último tratado (el de 1934) sobre la permanencia de unidades navales de la Marina de Guerra norteamericana en la bahía guantanamera. ¿Cuál es el principal sustento del reclamo cubano para que sea devuelto a nuestro pueblo ese territorio?
—Es una cuestión de soberanía nacional que constituye uno de los temas centrales del diferendo histórico de los Gobiernos de Estados Unidos con el pueblo cubano. Se trata de una imposición de la Enmienda Platt, firmada bajo coerción y amenaza.

«El Tratado Permanente impuesto por Washington, que fue aprobado el 22 de mayo de 1903, convertía a la Isla en un “protectorado yanqui” ya que subordinaba objetivos estratégicos, muy sensibles de la política, la economía, las relaciones internacionales y la defensa de Cuba a la nación norteña; incluso le otorgaba a Washington el derecho de intervenir militarmente en Cuba. Tres meses después, el 16 de julio, el Senado cubano, puesto contra la pared por la decisión impositiva e ilegal imperialista, bajo fuerte presión y amenaza de no retirar el ejército de ocupación, aprobó el convenio para arrendar terrenos en la Isla para estaciones navales.




«Debido a la fuerte presión popular se anuló en mayo de 1934 la Enmienda Platt, pero se mantuvieron los artículos relacionados con la estación naval. En virtud del nuevo Tratado de Relaciones entre Cuba y EE.UU. se pone de manifiesto la decisión de Washington de mantener de manera indefinida la presencia militar en el reducto, al señalar en el artículo tercero, que mientras no se abandone por parte de EE.UU. o mientras los dos Gobiernos no acuerden una modificación de sus límites actuales, la estación naval seguirá teniendo la extensión territorial que ahora ocupa».

—¿Cuáles han sido las etapas más trascendentes en esta historia de usurpación?
—En 1906 cinco mil efectivos del ejército norteamericano ocupan Cuba, y en la estación naval de Guantánamo se estableció el cuartel general de la dirección de las operaciones en la provincia de Oriente. Un número considerable de marines borrachos escandalizan en las calles y manosean a las jóvenes; intervinieron ciudadanos cubanos en defensa de las mujeres, lo que provocó una respuesta violenta de los uniformados.

«En 1917 se produce una nueva intervención militar cuando estalla la nombrada Guerrita de la Chambelona, ocasión en que se enfrentaron fuerzas políticas criollas opositoras; la 3ra. Brigada de Infantería de Marina cruzó los perímetros de su enclave y ocupó la ciudad de Guantánamo, Santiago de Cuba, Camagüey y otras poblaciones donde existían propiedades de empresas norteñas. La base fue el centro de aprovisionamiento logístico y de preparación combativa; parte de las tropas de ocupación permanecieron hasta 1922».

—¿Desde la Base Naval se gestaron también agresiones a varios pueblos centroamericanos y del Caribe?
—En 1911 fuerzas de marines comenzaron a prepararse en la bahía para intervenir en México. En 1914, en dos ocasiones el presidente Woodrow Wilson ordenó desembarcos de unidades en Haití; ese mismo año varias naves de guerra que operaban desde Guantánamo, participaron en la ocupación de puertos mexicanos. 

Al año siguiente nuevamente EE.UU. envió tropas a Haití, estando presente en aguas haitianas el USS Jason, basificado en la bahía cubana. En 1916 se organizó en Guantánamo el puesto de mando de las unidades que desembarcaron ese año en República Dominicana. Contra la revolución liderada por el general Augusto C. Sandino, embarcaron en 1927 desde Guantánamo fuerzas del Regimiento 50, trasladado a la costa caribeña nicaragüense.

—¿Puede hablarse de algún papel positivo del enclave naval en algún momento?
—La Base Naval de Guantánamo fue una pieza muy importante en la estrategia de EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial; incluso algunos especialistas señalan que llegó a ser el segundo puerto de movimiento del mundo, solo superado por el de Nueva York. Por eso, 1939-1945 ha sido el único período en que tuvo un papel positivo en la historia de la humanidad: dar una contribución para poner de rodillas al fascismo y al militarismo japonés.

—Hubo una etapa de esplendor constructivo dentro de la base naval. ¿Qué significó para los miles de trabajadores de varias naciones contratados para esas labores?
—Entre 1940 y 1945 se draga parte de la bahía y se levantan grandes construcciones de objetivos bélicos y otra infraestructura. En estos años laboraron, sin contrato, 12 000 trabajadores, un 90 por ciento cubano, nueve por ciento jamaicano, y los restantes dominicanos, puertorriqueños, trinitarios, así como de Barbados e Islas Vírgenes, entre otros, además de unos 3 000 norteamericanos que recibieron atenciones especiales.

«Los trabajadores caribeños contratados, incluyendo a los cubanos, no contaron con representación sindical y recibieron bajos salarios; hacinados en barracones insalubres, donde no existían apropiadas condiciones higiénico-sanitarias, en esos albergues surgieron fuertes brotes diarreicos y de paludismo».

—Se considera que ese período de esplendor constructivo de la Base significó también un impulso para la economía de Guantánamo. ¿Cuál es la dimensión real del asunto?
—La presencia de la Marina norteamericana implicó que miles de norteamericanos se hiciesen habituales en las calles de Guantánamo y Caimanera, y que grandes cantidades de dinero  circulasen en la región. Ello multiplicó las ganancias de los propietarios de prostíbulos, clubes, hoteles, restaurantes, escuadras de caballos, gallerías... A ese «negocio» debemos sumar la venta de alimentos y otros insumos al enclave, así como la adquisición a precios módicos de transporte y otros equipos, que posteriormente eran vendidos por los cubanos a un mayor precio en el territorio nacional.

«Se estima que en los años 50 trabajaron en el enclave de 5 000 a 6 000 personas, entre ellas 300 mujeres, cubanas y jamaiquinas, en labores domésticas.

«Está documentado que no menos de 21 millones de dólares anuales ingresaban por todos estos conceptos a la región, cifra significativa para la época; dinero que benefició a los comerciantes y hacendados, así como a los empleados de la base, y contribuyó al desarrollo económico de Guantánamo, en particular de su comercio, que fue reconocido entre los más eficientes y presentables de la Isla.

«No obstante, quisiera aclarar un equívoco que muchas veces repite la literatura histórica: Guantánamo no vivía solo de la Base Naval. La región producía 1 500 000 sacos de azúcar y 800 000 litros de mieles, era el primer productor de café y sal, y tenía un notable desarrollo en otros renglones productivos».

—¿Cómo impactó ese vínculo en el ordenamiento social y cultural?
—Con la ampliación de la moderna base militar se produjo un cambio brusco en el número de habitantes de Guantánamo. En dos décadas la población de la ciudad se duplicó. La estructura socioeconómica de partes importantes del comercio de la ciudad y Caimanera quedó en esa época, en cierta medida, determinada por los vínculos mercantiles que se sostenían con el enclave, visibles en la red de bares, hoteles, fondas, restaurantes, bodegas, ventas de souvenires, anuncios comerciales en inglés y nombres de poblaciones de Estados Unidos, entre otros símbolos del capitalismo que hacían que la ciudad pareciera más una urbe de Norteamérica que una población antillana.

«Caimanera contaba con solo 5 000 habitantes y, sin embargo, existían 27 prostíbulos que controlaban a más de 800 prostitutas. Este poblado pobre, sin acueducto y alcantarillado, estaba sumido en el vicio, contrabando, tráfico de drogas, falsificación de bebidas, juego, cocaína, y era una de las zonas del Caribe con más alta tasa de enfermedades venéreas. Para muchos, Guantánamo y Caimanera constituían el más vergonzoso meretricio del Caribe.

«En lo cultural, además de invadir la ciudad de Guantánamo con productos seudoculturales, en 1955 es inaugurada en la Base la primera estación de televisión de la Marina de Guerra estadounidense ubicada fuera de Estados Unidos, canal que junto a las dos emisoras radiales existentes forma parte del sistema divulgativo de las bases norteamericanas, el cual promueve el modo de vida yanqui y el odio a las ideas socialistas».

—La realización de actos denigrantes contra la dignidad nacional y los asesinatos desde aquel enclave no fueron exclusivos del período revolucionario...
—Los viles asesinatos de los jóvenes combatientes del Batallón de la Frontera Ramón López Peña y Luis Ramírez López, además del pescador Rodolfo Rosell, son los hechos sangrientos más conocidos por los cubanos; sin embargo, en junio de 1919 un marine borracho mató con un disparo de fusil a un niño en el central Confluente, próximo a la ciudad de Guantánamo; en marzo de 1926, los campesinos de Cayamo denunciaron que los fines de semana los militares yanquis habían convertido el lugar en un burdel y tiro al blanco, disparando indiscriminadamente hacia todas las direcciones, matando ganado y violando las propiedades. En diciembre de 1936 un marine mató a una mujer en Boquerón y argumentó que estaba cazando.

«Guantánamo emula por el récord de crímenes cometidos por los militares yanquis con Puerto Rico y el Canal de Panamá. Con la Base vinieron periódicamente decenas de miles de marines borrachos y buscadores de placeres sexuales, un número de ellos portadores de enfermedades venéreas, quienes convirtieron a la ciudad, entre 1939 y 1958, en una de las grandes plazas de tráfico y consumo de drogas y bebidas alcohólicas».

—¿Cuánto ha impactado negativamente para el desarrollo local la presencia norteamericana?
—La excelente bahía de Guantánamo es el recurso más importante con que cuenta la provincia, pero la presencia de la Base Naval ha limitado considerablemente el desarrollo económico y social de la región, porque ocupa la parte más honda de ese accidente geográfico: en su canal de entrada tiene 18 metros de profundidad; mientras la parte cubana es llana, de muy poca profundidad, con escasas posibilidades desde el punto de vista económico.

«También desde el punto de vista medioambiental, ellos convirtieron la cenagosa parte occidental en un polígono donde probaban su armamento. Era la zona donde desembocaban los ríos Guantánamo y Jaibo, y las sistemáticas explosiones fueron obstaculizando esa afluencia natural y provocando serios problemas en la zona de Caimanera. Como resultado, las inundaciones allí son constantes en tiempos de grandes lluvias o ciclones».

—¿Los cubanos, y especialmente los habitantes de Guantánamo, debemos recordar algún gesto positivo venido desde allí?
—Sí. La participación decisiva del cuerpo de bomberos y de la Cruz Roja, apoyados por marines de la base estadounidense, para sofocar peligrosos incendios que estallaron en el poblado de Caimanera, por ejemplo el siniestro ocurrido el 1ro. de julio de 1946, que comenzó por un cine y se extendió a la zona comercial. En esa ocasión unos 300 efectivos estadounidenses evacuaron a los heridos en las instalaciones médicas de la Base Naval y distribuyeron comida y ropa entre las familias damnificadas.

«Igual ocurrió el 11 de octubre de 1959, cuando las llamas destruyeron tres manzanas de edificios. Allí arribaron al muelle de Caimanera, procedentes de la base naval, dos remolcadores, con poderosas bombas de incendio que desempeñaron un papel vital en extinguir el fuego. En ambas intervenciones la prensa evaluó la “valentía de los marinos y bomberos norteamericanos”. Y agregó: “Con esta triste oportunidad son ya tres veces que la Base Naval acude a sofocar incendios en Caimanera”.

«La destrucción de Caimanera no les convenía a las autoridades yanquis por la cercanía relativa de sus instalaciones, además de constituir un sitio de recreo de los marines».

—¿Qué opinión le merece el uso de la instalación militar como campo de concentración de personas y centro de arbitrarias detenciones?
—Para vergüenza del país cuyos gobernantes se reconocen como referencia internacional en la observancia de los derechos humanos, funciona en la base de Guantánamo, desde 2002, una cárcel en la que se detiene a personas sin derecho a juicio y en un limbo jurídico rechazado universalmente.
«Contra esas personas se aplican métodos de tortura realmente deleznables. Son crímenes de lesa humanidad que no deben quedar impunes».



—¿Cuál debería ser el destino de esa Base Naval?
—Los guantanameros, principales espectadores y afectados por esta usurpación, soñamos con la bandera cubana ondeando en el territorio que hoy sigue ilegalmente ocupado.

En esa legítima e irrenunciable aspiración acabamos de recibir el apoyo de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países del ALBA-TCP, quienes en la Cumbre del pasado martes aprobaron una declaración que reclama el cese de «la ocupación ilegal del territorio que ocupa la Base Naval de Guantánamo». Sin dudas, ese día llegará.



jueves, marzo 19, 2015

Obama admite que debió cerrar Guantánamo el primer día de su presidencia

"Hubiera cerrado Guantánamo desde el primer día", dijo el presidente de EEUU, al responder la pregunta de qué consejo se daría a sí mismo si pudiese volver al primer día de su presidencia.


Obama confesó que no había hecho eso porque "en aquel momento existía un acuerdo apoyado por ambos partidos respecto a la necesidad de cerrar la cárcel".

"Yo creía que teníamos un consenso al respecto, y podíamos hacer eso de un modo pensado", expresó el presidente norteamericano al canal de televisión NBC News.

La administración de EEUU logró transferir parte de los reclusos de Guantánamo a terceros países, sin embargo, el Congreso se niega a recibir o juzgar a los restantes en territorio de EEUU, lo cual torna imposible el cierre de la prisión.

En la actualidad en Guantánamo continúan 122 personas presas.

EEUU arriendan la base de Guantánamo desde 1903, y la derogación del contrato ilimitado solo es posible por mutuo acuerdo de ambas partes.

Anualmente EEUU envían a Cuba un cheque por 3400 dólares por el arriendo de la base, pero las autoridades cubanas se niegan a tocar ese dinero ya que consideran que los militares estadounidenses deben abandonar la isla.

domingo, marzo 15, 2015

Derechos humanos: Cuba habla abrazada al mundo

 


Este 16 de febrero se cumplen 112 años de la ocupación ilegal e instalación de la base ilegal de Guantánamo, un establecimiento carcelario que para muchos cubanos nunca debió existir y que no solo refleja la conducta injerencista y bélica de Estados Unidos, sino de cómo ha sido violentada y vulnerada la justicia y la soberanía de Cuba. Un poco de historia Desde que se independizó de España, la vida política de Cuba había estado condicionada por la relación que mantenía con Estados Unidos, una situación que conllevó a muchas injusticias y violaciones de la soberanía de la nación caribeña. Basado en esto, hasta 1933 en la constitución cubana existía una cláusula, conocida como la 'Enmienda Platt', que permitía la intervención estadounidense en la isla con el supuesto propósito de "para proteger la vida, la libertad y los bienes' de los ciudadanos de ese país, residentes en Cuba. La base naval de Guantánamo fue instalada oficialmente en 1903. Su creación fue resultado de un Convenio para las Estaciones Carboneras y Navales firmado entre el Gobierno de Estados Unidos y el Gobierno de Cuba, presidido por Tomás Estrada Palma. En ese momento, la Isla caribeña no poseía prácticamente independencia alguna de EE.UU., pues a raíz de la Enmienda Platt, Cuba (bajo la amenaza de que que si no aceptaba, la isla permanecería ocupada militarmente), estableció la obligación de ceder extensiones de territorio para instalaciones militares del poderoso país del norte.

Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección:
http://www.telesurtv.net/telesuragenda/Base-ilegal-de-Guantanamo--20150215-0027.html. Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. www.teleSURtv.net
Tomado de Juventud Rebelde

Acompañado por parte de la delegación cubana a las conversaciones con Estados Unidos sobre derechos humanos, celebradas en Washington el pasado 31 de marzo, Pedro Luis Pedroso Cuesta, subdirector general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), ofreció este jueves una conferencia de prensa para comentar resultados de ese encuentro.
Ante los periodistas cubanos y extranjeros que asistieron al Centro Internacional de Prensa de La Habana, Pedroso Cuesta reiteró que la reunión se desarrolló en un ambiente profesional y de respeto y que en el transcurso de la misma la parte cubana subrayó la necesidad de sostener estos diálogos sobre la base de la igualdad y la no injerencia en los asuntos internos.
«Cuba trasladó sus preocupaciones en torno a la garantía y protección de los derechos humanos en Estados Unidos. Hicimos observaciones en cuanto a la persistencia de patrones de discriminación y racismo, abuso de los poderes policiales, las violaciones de los derechos humanos en el contexto de la lucha contra el terrorismo, las torturas y el limbo jurídico en que se encuentran los presos en Guantánamo, así como las libertades sindicales en los Estados Unidos», afirmó el diplomático.
Pedroso Cuesta señaló que la reunión demostró que existen profundas diferencias entre ambas partes en cuanto a la concepción y ejercicio de los derechos humanos, pero que es posible relacionarse de manera civilizada. 

Según el diplomático, la experiencia ratificó la disposición de Cuba a dialogar sobre cualquier tema con Estados Unidos, siempre sobre la base del respeto.
Pedroso sostuvo que estas reuniones sirven sobre todo para intercambiar e identificar los intereses y las posiciones de las partes. «Este es un mecanismo que nos permite facilitar el conocimiento de la realidad cubana», por lo general desconocida, afirmó.
El jefe de nuestra delegación al diálogo sobre derechos humanos con Estados Unidos destacó la consistencia de Cuba, que mantuvo en el encuentro las mismas preocupaciones que había anunciado previamente.
En ese sentido, Luis Alberto Amorós Núñez, jefe del Departamento de Asuntos Sociales del Minrex, comentó que algunos de los temas que llevó la delegación cubana a Washington son cuestiones de interés para la comunidad internacional.
Amorós Núñez citó entre ellos la ejecución extrajudicial con drones, el espionaje masivo y la alimentación forzosa de reos en la Base Naval de Guantánamo.
El jefe del Departamento de Asuntos Sociales del Minrex señaló que el principal propósito de las pláticas es ampliar el entendimiento, pero apuntó igualmente que nuestra solidaridad nos motiva a plantear allí temas que preocupan al mundo.
Felipa Suárez Ramos y Alina Martínez Triay En su discurso en la III Cumbre de la Celac, efectuada en Costa Rica en enero de este año, el Presidente cubano Raúl Castro Ruz se refirió al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos como el inicio de un proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales, pero aseguró que esta no será posible mientras existan asuntos pendientes a resolver, entre los cuales mencionó la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la base naval en Guantánamo. Al día siguiente de estas declaraciones, el portavoz del Presidente estadounidense, Josh Earnest, expresó que Obama no planea devolver a Cuba ese territorio aunque logre su objetivo de cerrar la prisión establecida allí, y agregó que no hay ninguna conversación bilateral al respecto. No se trata por supuesto, como pretenden señalar algunas fuentes malintencionadas, de un territorio “en disputa”, sino de una porción ocupada, perteneciente a un país soberano, cuya devolución su pueblo exige. Variadas violaciones rodean el establecimiento y permanencia de esa instalación impuesta mediante la fuerza y la coacción, que lacera nuestra soberanía. Sobre ello conversamos con la doctora en Derecho Dorys Quintana Cruz, secretaria de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional de la Unión Nacional de Juristas de Cuba. Se cumplieron ya 111 años del convenio de arrendamiento que dio luz verde a Estados Unidos para establecer una base naval o carbonera en la zona de Caimanera, en Guantánamo. ¿Existe algún instrumento del Derecho Internacional que le permita al arrendatario disfrutar de esa condición por tiempo indefinido? Tanto en la Resolución Conjunta (Joing Resolution), de abril de 1898, como en el Tratado de París, de diciembre de ese año, Estados Unidos proclamó que Cuba era libre, independiente y soberana. Sin embargo, eso fue violado con el convenio de la base naval en Guantánamo, firmado en 1903 al amparo de la cláusula VII de la Enmienda Platt, la cual dispuso que: “(…) para poner en condiciones a los Estados Unidos de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los Estados Unidos”. No pasó mucho tiempo sin que la vecina nación emprendiera los pasos conducentes a la instrumentación de la citada cláusula, pues el 8 de noviembre de 1902, su Secretario de Estado solicitó al Gobierno de Cuba la cesión a perpetuidad de porciones de tierra para cuatro estaciones navales en los territorios de Guantánamo, Cienfuegos, Nipe y Bahía Honda. Posteriormente aceptó dos, Guantánamo y Bahía Honda, y cambió el término de perpetuidad por el de arrendamiento, pero sin fecha de término, que es prácticamente lo mismo. Así nació el convenio de arriendo de las bases. En 1912 Estados Unidos renunció a la de Bahía Honda y amplió la extensión de la de Guantánamo. Resulta nulo el consentimiento de un Estado a permanecer obligado por un tratado, si este ha sido obtenido mediante la coacción o la amenaza, y la apertura de la base naval en Guantánamo es un derivado de la Enmienda Platt, aceptada por los constituyentistas cubanos porque, de no hacerlo, se mantendría la intervención militar estadounidense en Cuba, hecho que constituye una injerencia y una limitante en las relaciones recíprocas entre ambas naciones. En relación con esto, el Derecho Internacional estipula que un tratado firmado en esas condiciones es nulo ab initio. Y continúa siéndolo, porque el pueblo y Gobierno cubanos no lo aceptan y están en contra de que la base se mantenga; esto, desde el punto de vista jurídico responde a la falta de consentimiento. Por su naturaleza, todo arrendamiento es temporal, de ahí que la perpetuidad en el caso de la base naval en Guantánamo es incompatible con ese principio, como lo es también la firma del arrendamiento sin término, porque esto constituye la perpetuidad. El arrendamiento presupone que el propietario puede recobrar en cualquier momento, o en el monto en que fuere acordado, la posesión y uso del bien pactado. En todo tratado se establece el comienzo y el final, y el de la base carece de término, lo cual viola los principios generales del Derecho Internacional. Cuba ya no es aquel país que en 1903 se vio obligado a hacer concesiones a Estados Unidos, aun en contra de la voluntad de su pueblo. Tampoco en Guantánamo existe, como estipuló el convenio original, una estación naval, sino una base militar y además una cárcel. ¿Acaso el cambio de las circunstancias y el uso que se le da al arrendamiento no refuerzan el carácter ilegal de este enclave? Según el principio de pacta sunt servanda, todo tratado debe ser firmado de buena fe por las partes que se obligan, y en torno a la base naval en Guantánamo, Estados Unidos nunca la tuvo, porque en él primaron sus ansias de injerencia y poder sobre la nación, aún presentes. Igualmente, en su artículo VII la Enmienda Platt señaló como objetivo el establecimiento de bases navales o carboneras, razón que Estados Unidos contravino con la instalación de una base militar allí; violación que se agudiza en estos momentos con la utilización de ese establecimiento como centro de tortura y prisión de rigor absolutos de los prisioneros que en ella se encuentran. Otro de los principios violados es el rebus sic stantibus, de acuerdo con el cual un tratado deja de existir cuando cambian las condiciones en que fue suscrito. En este caso lógicamente han cambiado, porque no es el mismo Gobierno anexionista que firmó el Tratado de 1903. Además, Cuba ya no es una república neocolonial, sino que la encabeza un Gobierno socialista revolucionario que no reconoce ese arrendamiento y, por ende, no está de acuerdo con él. Asimismo, el pueblo cubano tiene conciencia de la ilicitud del tratado, de su mala fe, y exige la devolución de su territorio. Los sentimientos de soberanía, libertad e independencia del Gobierno y pueblo de Cuba difieren totalmente de los que animaron al que firmó ese engendro jurídico. Algunos autores consideran que el cambio de las condiciones y circunstancias en que se ha hecho un tratado origina un efecto de extinción con relación a lo pactado. Es precisamente lo que ocurre respecto al tratado de la base naval en Guantánamo. Para su validez, el objeto de un tratado requiere ser lícito y posible, y ningún Estado puede ser obligado si no es para las cuestiones y derechos que dependan de su autoridad; por consiguiente, no puede tener valor jurídico ninguno que viole principios fundamentales, como tampoco puede obligarse jurídicamente a ningún país a renunciar a la soberanía sobre una parte de su territorio. En resumen, los convenios en virtud de los cuales Estados Unidos de América estableció la base naval en Guantánamo adolecen de numerosos vicios de nulidad que los invalidan como instrumentos jurídicos. Sobre esa realidad, en su libro Vecinos indeseables, la doctora Olga Miranda Bravo, ya fallecida, señaló: “Los cubanos al mismo tiempo que sentimos el rigor político de la base también debemos considerar el error jurídico que la misma implica”, en clara referencia a su ilegalidad, e indica que tanto los antecedentes como las violaciones cometidas por el vecino país para lograr imponerla, convierten en nulo el tratado.

Ver más: Base naval de EE.UU. en Guantánamo: Un tratado espurio http://www.trabajadores.cu/20150315/base-naval-de-ee-uu-en-guantanamo-un-tratado-espurio/
Felipa Suárez Ramos y Alina Martínez Triay En su discurso en la III Cumbre de la Celac, efectuada en Costa Rica en enero de este año, el Presidente cubano Raúl Castro Ruz se refirió al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos como el inicio de un proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales, pero aseguró que esta no será posible mientras existan asuntos pendientes a resolver, entre los cuales mencionó la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la base naval en Guantánamo. Al día siguiente de estas declaraciones, el portavoz del Presidente estadounidense, Josh Earnest, expresó que Obama no planea devolver a Cuba ese territorio aunque logre su objetivo de cerrar la prisión establecida allí, y agregó que no hay ninguna conversación bilateral al respecto. No se trata por supuesto, como pretenden señalar algunas fuentes malintencionadas, de un territorio “en disputa”, sino de una porción ocupada, perteneciente a un país soberano, cuya devolución su pueblo exige. Variadas violaciones rodean el establecimiento y permanencia de esa instalación impuesta mediante la fuerza y la coacción, que lacera nuestra soberanía. Sobre ello conversamos con la doctora en Derecho Dorys Quintana Cruz, secretaria de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional de la Unión Nacional de Juristas de Cuba. Se cumplieron ya 111 años del convenio de arrendamiento que dio luz verde a Estados Unidos para establecer una base naval o carbonera en la zona de Caimanera, en Guantánamo. ¿Existe algún instrumento del Derecho Internacional que le permita al arrendatario disfrutar de esa condición por tiempo indefinido? Tanto en la Resolución Conjunta (Joing Resolution), de abril de 1898, como en el Tratado de París, de diciembre de ese año, Estados Unidos proclamó que Cuba era libre, independiente y soberana. Sin embargo, eso fue violado con el convenio de la base naval en Guantánamo, firmado en 1903 al amparo de la cláusula VII de la Enmienda Platt, la cual dispuso que: “(…) para poner en condiciones a los Estados Unidos de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los Estados Unidos”. No pasó mucho tiempo sin que la vecina nación emprendiera los pasos conducentes a la instrumentación de la citada cláusula, pues el 8 de noviembre de 1902, su Secretario de Estado solicitó al Gobierno de Cuba la cesión a perpetuidad de porciones de tierra para cuatro estaciones navales en los territorios de Guantánamo, Cienfuegos, Nipe y Bahía Honda. Posteriormente aceptó dos, Guantánamo y Bahía Honda, y cambió el término de perpetuidad por el de arrendamiento, pero sin fecha de término, que es prácticamente lo mismo. Así nació el convenio de arriendo de las bases. En 1912 Estados Unidos renunció a la de Bahía Honda y amplió la extensión de la de Guantánamo. Resulta nulo el consentimiento de un Estado a permanecer obligado por un tratado, si este ha sido obtenido mediante la coacción o la amenaza, y la apertura de la base naval en Guantánamo es un derivado de la Enmienda Platt, aceptada por los constituyentistas cubanos porque, de no hacerlo, se mantendría la intervención militar estadounidense en Cuba, hecho que constituye una injerencia y una limitante en las relaciones recíprocas entre ambas naciones. En relación con esto, el Derecho Internacional estipula que un tratado firmado en esas condiciones es nulo ab initio. Y continúa siéndolo, porque el pueblo y Gobierno cubanos no lo aceptan y están en contra de que la base se mantenga; esto, desde el punto de vista jurídico responde a la falta de consentimiento. Por su naturaleza, todo arrendamiento es temporal, de ahí que la perpetuidad en el caso de la base naval en Guantánamo es incompatible con ese principio, como lo es también la firma del arrendamiento sin término, porque esto constituye la perpetuidad. El arrendamiento presupone que el propietario puede recobrar en cualquier momento, o en el monto en que fuere acordado, la posesión y uso del bien pactado. En todo tratado se establece el comienzo y el final, y el de la base carece de término, lo cual viola los principios generales del Derecho Internacional. Cuba ya no es aquel país que en 1903 se vio obligado a hacer concesiones a Estados Unidos, aun en contra de la voluntad de su pueblo. Tampoco en Guantánamo existe, como estipuló el convenio original, una estación naval, sino una base militar y además una cárcel. ¿Acaso el cambio de las circunstancias y el uso que se le da al arrendamiento no refuerzan el carácter ilegal de este enclave? Según el principio de pacta sunt servanda, todo tratado debe ser firmado de buena fe por las partes que se obligan, y en torno a la base naval en Guantánamo, Estados Unidos nunca la tuvo, porque en él primaron sus ansias de injerencia y poder sobre la nación, aún presentes. Igualmente, en su artículo VII la Enmienda Platt señaló como objetivo el establecimiento de bases navales o carboneras, razón que Estados Unidos contravino con la instalación de una base militar allí; violación que se agudiza en estos momentos con la utilización de ese establecimiento como centro de tortura y prisión de rigor absolutos de los prisioneros que en ella se encuentran. Otro de los principios violados es el rebus sic stantibus, de acuerdo con el cual un tratado deja de existir cuando cambian las condiciones en que fue suscrito. En este caso lógicamente han cambiado, porque no es el mismo Gobierno anexionista que firmó el Tratado de 1903. Además, Cuba ya no es una república neocolonial, sino que la encabeza un Gobierno socialista revolucionario que no reconoce ese arrendamiento y, por ende, no está de acuerdo con él. Asimismo, el pueblo cubano tiene conciencia de la ilicitud del tratado, de su mala fe, y exige la devolución de su territorio. Los sentimientos de soberanía, libertad e independencia del Gobierno y pueblo de Cuba difieren totalmente de los que animaron al que firmó ese engendro jurídico. Algunos autores consideran que el cambio de las condiciones y circunstancias en que se ha hecho un tratado origina un efecto de extinción con relación a lo pactado. Es precisamente lo que ocurre respecto al tratado de la base naval en Guantánamo. Para su validez, el objeto de un tratado requiere ser lícito y posible, y ningún Estado puede ser obligado si no es para las cuestiones y derechos que dependan de su autoridad; por consiguiente, no puede tener valor jurídico ninguno que viole principios fundamentales, como tampoco puede obligarse jurídicamente a ningún país a renunciar a la soberanía sobre una parte de su territorio. En resumen, los convenios en virtud de los cuales Estados Unidos de América estableció la base naval en Guantánamo adolecen de numerosos vicios de nulidad que los invalidan como instrumentos jurídicos. Sobre esa realidad, en su libro Vecinos indeseables, la doctora Olga Miranda Bravo, ya fallecida, señaló: “Los cubanos al mismo tiempo que sentimos el rigor político de la base también debemos considerar el error jurídico que la misma implica”, en clara referencia a su ilegalidad, e indica que tanto los antecedentes como las violaciones cometidas por el vecino país para lograr imponerla, convierten en nulo el tratado.

Ver más: Base naval de EE.UU. en Guantánamo: Un tratado espurio http://www.trabajadores.cu/20150315/base-naval-de-ee-uu-en-guantanamo-un-tratado-espurio/
Este 16 de febrero se cumplen 112 años de la ocupación ilegal e instalación de la base ilegal de Guantánamo, un establecimiento carcelario que para muchos cubanos nunca debió existir y que no solo refleja la conducta injerencista y bélica de Estados Unidos, sino de cómo ha sido violentada y vulnerada la justicia y la soberanía de Cuba. Un poco de historia Desde que se independizó de España, la vida política de Cuba había estado condicionada por la relación que mantenía con Estados Unidos, una situación que conllevó a muchas injusticias y violaciones de la soberanía de la nación caribeña. Basado en esto, hasta 1933 en la constitución cubana existía una cláusula, conocida como la 'Enmienda Platt', que permitía la intervención estadounidense en la isla con el supuesto propósito de "para proteger la vida, la libertad y los bienes' de los ciudadanos de ese país, residentes en Cuba. La base naval de Guantánamo fue instalada oficialmente en 1903. Su creación fue resultado de un Convenio para las Estaciones Carboneras y Navales firmado entre el Gobierno de Estados Unidos y el Gobierno de Cuba, presidido por Tomás Estrada Palma. En ese momento, la Isla caribeña no poseía prácticamente independencia alguna de EE.UU., pues a raíz de la Enmienda Platt, Cuba (bajo la amenaza de que que si no aceptaba, la isla permanecería ocupada militarmente), estableció la obligación de ceder extensiones de territorio para instalaciones militares del poderoso país del norte.

Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección:
http://www.telesurtv.net/telesuragenda/Base-ilegal-de-Guantanamo--20150215-0027.html. Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. www.teleSURtv.net
Este 16 de febrero se cumplen 112 años de la ocupación ilegal e instalación de la base ilegal de Guantánamo, un establecimiento carcelario que para muchos cubanos nunca debió existir y que no solo refleja la conducta injerencista y bélica de Estados Unidos, sino de cómo ha sido violentada y vulnerada la justicia y la soberanía de Cuba. Un poco de historia Desde que se independizó de España, la vida política de Cuba había estado condicionada por la relación que mantenía con Estados Unidos, una situación que conllevó a muchas injusticias y violaciones de la soberanía de la nación caribeña. Basado en esto, hasta 1933 en la constitución cubana existía una cláusula, conocida como la 'Enmienda Platt', que permitía la intervención estadounidense en la isla con el supuesto propósito de "para proteger la vida, la libertad y los bienes' de los ciudadanos de ese país, residentes en Cuba. La base naval de Guantánamo fue instalada oficialmente en 1903. Su creación fue resultado de un Convenio para las Estaciones Carboneras y Navales firmado entre el Gobierno de Estados Unidos y el Gobierno de Cuba, presidido por Tomás Estrada Palma. En ese momento, la Isla caribeña no poseía prácticamente independencia alguna de EE.UU., pues a raíz de la Enmienda Platt, Cuba (bajo la amenaza de que que si no aceptaba, la isla permanecería ocupada militarmente), estableció la obligación de ceder extensiones de territorio para instalaciones militares del poderoso país del norte

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martes, marzo 10, 2015

Corte Suprema de EEUU rechaza caso de prisionero de Guantánamo

La Corte Suprema rechazó la apelación presentada por un hombre sirio que demandó al gobierno de Estados Unidos por sus siete años de encarcelamiento indebido en Guantánamo.

Abdul Rahim Abdul Razak Al Janko fue detenido por Estados Unidos en el año 2002, tras haber sido torturado por Al Qaeda y encarcelado por los talibanes bajo sospecha de ser un espía de occidente.

En la demanda, Al Janko describió su permanencia en Guantánamo como una “pesadilla kafkiana” y afirmó haber sido torturado, golpeado, privado de sueño y orinado por soldados estadounidenses.

Dijo además haber intentado suicidarse diecisiete veces. En el año 2009, un juez ordenó su liberación y expresó que la afirmación de que había sido integrante de Al Qaeda “era contraria al sentido común”.

Sin embargo, el lunes, la Corte Suprema ratificó el fallo de un tribunal inferior que establece que Janko no puede entablar una demanda por ser un combatiente enemigo.

Por otra parte, en un segundo fallo, la Corte se negó a entender en un caso que involucra filmaciones y fotografías que, según el Centro para los Derechos Constitucionales, probaría la tortura padecida por otro prisionero de Guantánamo, Mohammed al-Qahtani.

La medida ratifica el fallo de un tribunal inferior que determinó que las imágenes podrían constituir una amenaza a la seguridad nacional, al incitar sentimientos antiestadounidenses.

(Con información de Democracy Now)