Por Omar Pérez Salomón
Es normal que el gobierno o el congreso de EEUU acuse a China, Rusia, Irán, Corea del Norte, Venezuela o Cuba de patrocinar el terrorismo
o de realizar ataques cibernéticos a entidades de ese país. Todo
depende de la situación internacional en ese momento y a quien conviene
adjudicarle el papel de villano.

El pasado 19 de mayo, la
agencia de prensa británica Reuters, informaba en un despacho que, el
gobierno de EE.UU. acusó formalmente a cinco miembros del Ejército
Popular de Liberación de China del robo de secretos de empresas privadas
estadounidenses a través de medios cibernéticos. Por su parte, James
Clapper, Director de Inteligencia Nacional de EE.UU., en un informe
titulado ‘Evaluación de la Amenaza Mundial’ que fue presentado en el
Comité de Inteligencia del Senado norteamericano en enero de este año,
indicó que Rusia y China son las potencias cibernéticas más sofisticadas
y que están involucradas en ataques cibernéticos contra su país.
Varios
ejemplos demuestran que Cuba ha estado expuesta en los últimos años a
las diferentes modalidades de la guerra cibernética.
Recuerdo que
dos días antes del ataque terrorista a las torres gemelas en New York,
el 9 de febrero de 2001, Cuba se convierte en el primer Estado acusado
de planear ataques cibernéticos contra Estados Unidos, cuando en la
audiencia del Comité selecto del Senado sobre Inteligencia, que trató el
tema de “la amenaza mundial”, el entonces director de la Agencia de
Inteligencia de Defensa, Almirante Thomas R. Wilson, identificó a la
Mayor de las Antillas como un posible país “ciberatacante”.
El
13 de julio de 2010 se detecta la presencia del virus informático
Stuxnet en redes cubanas. A partir del estudio realizado por la empresa
Segurmática, se conoce que este programa maligno instaló dos drivers o
controladores, firmados digitalmente con un certificado de la compañía
Realtek, significando que el autor tuvo acceso a la llave privada de
este certificado, un secreto supuestamente muy bien guardado. Esta
sofisticada arma cibernética fue creada por agencias al servicio de los
gobiernos estadounidense e israelí, para sabotear plantas industriales
destinadas al procesamiento de uranio en la central de Bushehr, Irán.
También
resulta significativo que el 18 de abril del 2013, a solo cuatro días
de las elecciones en Venezuela, varios sitios cubanos en Internet, entre
ellos, el portal Cubasí, recibieron un ataque de denegación de servicio
que los afectó por varias horas.
Algunas redes cubanas
se han utilizado para lanzar ataques cibernéticos a redes en el
exterior, aprovechando las vulnerabilidades que presentan.
Recientemente se destapó el proyecto ZunZuneo,
red social creada secretamente por agencias del gobierno de Estados
Unidos para promover el “cambio de régimen” en nuestro país, y donde
presumiblemente, se realizó acciones de ciberespionaje para robar la
base de datos de la telefonía celular de Cuba.
En
resumen, se precisa estudiar al detalle estos hechos, identificar las
vulnerabilidades en los sistemas de seguridad informática, de la
información, y la efectividad de programas de vigilancia del tráfico en
la red de redes, y adoptar las medidas necesarias para impedir ataques
cibernéticos de esta naturaleza en el futuro, que sirvan de pretexto
para una escalada del imperio contra nuestro país.