Abogados de los prisioneros que mantienen una huelga de
hambre en la cárcel estadounidense de Guantánamo denunciaron que al
menos 33 de los internos están siendo “alimentados a la fuerza”, pese a
las críticas que recibe esta práctica considerada una violación de los
derechos humanos por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Asimismo, alertaron que las autoridades penitenciarias ofrecen cifras
contradictorias en ese sentido e insisten en mencionar que el número de
huelguistas disminuye, aunque esa no sea la realidad.
Los representantes legales de los prisioneros afirmaron que, pese al tiempo transcurrido, las señales que llegan del interior del penal indican que los internos no han perdido la voluntad de luchar contra su detención indefinida y se mantienen en huelga de hambre.
El pasado mes de febrero, un grupo de reos de este centro de detención -ubicado ilegalmente en una base naval del Pentágono al este de la isla de Cuba- iniciaron una huelga de hambre que ya cumple 200 días, en respuesta a las duras condiciones de reclusión y por la detención indefinida a la que son sometidos.
“La protesta, no obstante, no ha dado lugar a una mejora en las condiciones de detención y tampoco ha persuadido al presidente Barack Obama a saldar su promesa de campaña de 2008 de cerrar Guantánamo”, dijo el defensor público estadounidense, Carlos Warner.
Warner también aprovechó una entrevista concedida a un canal de
televisión para denunciar “cacheos” implementados por las autoridades en
zonas genitales de los prisioneros, en un intento por evitar que estos
se comuniquen con el mundo exterior.
Frente a esta situación, organizaciones de derechos humanos han pedido al Mandatario estadounidense que muestre una mayor voluntad política y cumpla su promesa de cerrar el centro o que, en su defecto, transfiera a los 86 de los 166 confinados, habilitados para salir en libertad desde hace años.