viernes, mayo 29, 2015

Cuba sale hoy de la lista terrorista, pero aún quedan asignaturas pendientes

Por: Raisa Martín Lobo ( La Guantanamera)

Hoy Cuba debe de salir de la lista de países patrocinadores del terrorismo, que de forma exclusiva  confecciona el Departamento de Estado de Estados Unidos,  conforme a completarse al plazo de 45 días notificado por el presidente Barack Obama al Congreso el pasado 14 de abril. Y ese período se extingue este viernes.

Con esta decisión,  se abre un nuevo proceso, mucho más largo y complejo, en torno a la  normalización de los nexos, para que La Habana y Washington puedan finalmente restablecer sus relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas. Sin embargo, algo que parece imposible, debido a que los congresistas están en su semana de vacaciones y tendrían que movilizarse antes de la medianoche del viernes para tratar el tema.

La salida de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo,  es uno de los aspectos en los que ha insistido la delegación cubana en las rondas de conversaciones efectuadas hasta la fecha. No obstante, independientemente de que este es un paso adelante en el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, no es el único requisito para que relaciones bilaterales progresen, existen otras asignaturas pendientes.

Es el caso de la eliminación inmediata del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, las transmisiones ilegales de radio y televisión, los programas subversivos y la devolución a Cuba del territorio que ilegalmente tienen ocupado con la Base Naval Yanqui en la había de Guantánamo.

El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos es un hecho concreto, histórico, positivo. Es un primer paso de un camino largo y complejo que de alguna manera revierte una tendencia caracterizada por la hostilidad y la agresión por más de 50 años. Por tanto, es un proceso que llama al diálogo, al entendimiento y a la a la conversación refinada como debe ser las relaciones entre las naciones.

miércoles, mayo 13, 2015

Penal en base naval de Guantánamo es un abismo de desesperanza

Según en qué lugar se ve una película, puede evocar recuerdos incómodos. En la sala de cine al aire libre en la base militar estadounidense de Guantánamo, la mayoría de las cintas a finales de abril eran de acción o comedias fáciles, como Get Hard.

El filme narra cómo un inversor multimillonario, protagonizado por Will Ferrell, se prepara para cumplir una condena en una cárcel con muy mala reputación. 
En la reproducción de una prisión, un amigo le adiestra para enfrentarse a las vejaciones de los reos y para hacer sus necesidades en un cubo.
Las carcajadas eran frecuentes entre el público.

El cine se encuentra a medio camino —unos 15 minutos en coche— de los campos de detención en esta extensa y desangelada base naval al sureste de Cuba, establecida en 1903 y símbolo desde 2002 de los abusos de Estados Unidos en aras de la llamada guerra contra el terrorismo.

Hacia el norte, se llega al campo X-Ray, que acogió a los primeros presos sospechosos de terrorismo traídos al penal creado tras los atentados del 11 de Septiembre por el Gobierno de George W. Bush, con el objetivo de sortear los tribunales civiles y las salvaguardas internacionales.

Fue en X-Ray donde se fraguó el funesto icono de Guantánamo: la imagen de reclusos ataviados con trajes naranjas arrodillados al aire libre con las manos esposadas.

El campo —construido en los años noventa para refugiados cubanos y haitianos considerados peligrosos— acogió a supuestos miembros talibanes y de Al Qaeda durante cuatro meses, mientras se levantaba otro recinto mejor acondicionado.

Hoy, el decadente X-Ray refleja la perpetuación del limbo de Guantánamo. Una orden judicial prohíbe su desmantelamiento. Entre hierbas secas, sobresalen decenas de celdas de apenas dos metros cuadrados, con oxidadas rejas al descubierto y en cuyo interior los reos hacían sus necesidades.


Se mantienen firmes las dos casas de madera en que, según un expediente filtrado, se interrogó a al menos un preso durante 49 días seguidos, 20 horas diarias, forzándolo a desnudarse en una sala congelada, actuar como un perro y escuchar continuamente música a todo volumen.

Al sur del cine, están los campos 5 y 6, que concentran la mayoría de los 122 prisioneros de 18 países (más de la mitad son de Yemen) que languidecen en Guantánamo.

Entre rejas verdes de tres metros de altura y muros blancos frente a las aguas turquesas del mar Caribe, se enquista la promesa incumplida del presidente Barack Obama de tener cerrado el penal a principios de 2010.

Cada año la población carcelaria se reduce y queda lejos la cifra máxima (684) de 2003. Pero el fin de Guantánamo sigue siendo una empresa tan compleja que parece imposible.

El penal es un abismo de desesperanza: de los 122 reclusos, solo 10 afrontan cargos o han sido condenados. Cincuenta y siete han sido autorizados a salir si los acoge algún país, 32 son “demasiado peligrosos” para ser transferidos y 23 podrían eventualmente ser acusados.

David Heath, alcalde de la prisión militar, admite que “como ser humano” puede “empatizar” con la frustración de los reos que llevan más de una década pudriéndose en Guantánamo sin haber sido acusados de nada, pero esgrime que el incumplimiento de la promesa de Obama -con la que pretendía restaurar los valores de EE.UU. y rubricada en una orden ejecutiva- no agrava la reputación del penal.

“Trato a todo el mundo con la dignidad que doy a cualquiera. Continuaré haciéndolo hasta que se marchen, ya sea en uno o cinco años. No depende de mí”, dice el coronel del Ejército en una entrevista con un pequeño grupo de periodistas que visitó la base durante cuatro días la última semana de abril.

El futuro de Guantánamo se decide en Washington. La única salida de presos este año tuvo lugar en enero. El nuevo secretario de Defensa, Ashton Carter, no ha firmado ningún traslado. La reticencia de su predecesor, Chuck Hagel, a hacerlo irritó a la Casa Blanca, que forzó su dimisión.

El Pentágono prevé transferir a hasta 10 reclusos antes de septiembre y trabaja en liberar a los 57 autorizados, según explica Myles Caggins, portavoz de política de detenidos del Departamento de Defensa.

El tiempo apremia: al demócrata Obama le quedan 20 meses de presidencia y el Congreso, de mayoría republicana, debate una ley para renovar su bloqueo a trasladar presos a EE.UU. y extenderlo a cualquier país, lo que de facto congelaría la población carcelaria en la base.

La Casa Blanca, según el diario The Washington Post, sopesa un cierre unilateral del penal si se aprueba dicha ley. En los últimos meses, Obama ha impulsado por decreto el restablecimiento de las relaciones con Cuba y la regularización de inmigrantes indocumentados. De no cerrarse durante su presidencia, Guantánamo será una mancha en su legado.


Obama dijo en marzo que debería haber clausurado la prisión en su primer día en el Despacho Oval en 2009 y no haber impuesto un plazo de un año, pero alegó que entonces creía que había consenso en el Capitolio para aprobar el traslado de todos los presos a EE.UU. y otros países. La cárcel de Guantánamo -que cuesta al año al menos 400 millones de dólares (356 millones de euros)- destila una extraña concepción del tiempo.

El coronel Heath dice apoyar su cierre, pero promueve las reparaciones necesarias para que las desgastadas instalaciones sirvan indefinidamente.
También marca distancias con los abusos a reos que se autorizaron al menos hasta 2004, según investigaciones del Pentágono y el Senado.

“No hay torturas aquí. No puedo hablar de lo que pasó en el pasado”, señala el alcalde, que lleva casi un año en el cargo y le queda otro.
La mayoría de los 2 000 trabajadores del penal -muchos eran niños de corta edad en los atentados de 2001- están aquí entre nueve y doce meses. Todo parece transitorio.

Guantánamo sigue siendo un lugar conflictivo, pese a la retórica oficial de personas como el jordano Zak, consultor cultural de los reos, que alega que los hay que se sienten “afortunados” de estar entre rejas porque en sus 
países estarían muertos.

Hay presos que siguen exprimiendo sus escasos reductos de libertad para irradiar su impotencia. Los de mala conducta -un 10% del total, con traje naranja y recluidos hasta 22 horas al día en celdas de ocho metros cuadrados en el campo 5- salpican “frecuentemente”, revela Heath, a los guardas con botellas llenas de sus fluidos corporales.

Y un número de reos -“muy pequeño”, según la jefa médica- llevan “muchos meses” en huelga de hambre y son alimentados a la fuerza. La cifra es “muy inferior” al pico de 106 sobre un total de 166 que hubo en 2013. Desde esa rebelión, no se dan cifras bajo el argumento de no alentar huelgas.

Guantánamo tiene un aire orwelliano. No solo se escrutan todos los movimientos de los detenidos, también de los periodistas, que únicamente pueden visitar -siempre escoltados- determinadas zonas de esta base de paisaje seco y montañoso, ver de lejos a los presos y no identificar ni fotografiar a la mayoría de personas.

Lugares como el campo 7, en que están los reos más peligrosos, oficialmente no existen. Mucho menos, la cárcel secreta que tuvo la CIA.
La perduración del penal es también la de una era. La guerra contra el terrorismo se mantiene. EE.UU. bombardea en Irak y Siria al grupo yihadista Estado Islámico, que explota la iconografía de Guantánamo: viste con traje naranja a los rehenes que decapita.

Y el Ejército estadounidense continúa en Afganistán. Muchos de los soldados en Guantánamo sirvieron en ese país. Como el jefe del campo 6, que dice ver pocas diferencias con las prisiones afganas salvo el sofocante calor cubano. O un guarda del campo 5, que admite la dificultad de pasar de una mentalidad de combate a una apaciguadora con los reos. En Afganistán, vio al enemigo en el frente. Ahora, lo custodia entre rejas.


martes, mayo 05, 2015

Llegó Raúl a Rusia


El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, llegó en horas de la mañana de este martes a la capital de la Federación de Rusia, para participar en los festejos por el 70 aniversario de la victoria sobre el fascismo en la Gran Guerra Patria, cumplimentando una invitación del Presidente de ese país, Vladimir Putin.

La delegación que lo acompaña está integrada por Ricardo Cabrisas Ruiz, vicepresidente del Consejo de ministros; Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores; el general de cuerpo de ejército Leopoldo Cintra Frías, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; y Emilio Lozada García, embajador de Cuba en ese país.

http://www.cubadebate.cu/noticias/2015/05/05/llego-raul-a-rusia/#.VUkCHHZHAWE

viernes, mayo 01, 2015

Reclaman en Guantánamo, devolución del territorio usurpado por la ilegal Base Naval,

Por: Yadira Cruz Valera 

Desde horas tempranas de la mañana de hoy miles de guantanameros demandaron la devolución del territorio usurpado por la ilegal Base Naval, ubicada esta oriental provincia cubana.

El desfile por el Primero de Mayo fue el escenario donde los trabajadores reclamaron el cierre definitivo de ese enclave militar convertido en cárcel estadounidense y el fin del bloqueo de Washington contra la Isla.
Colaboradores de la salud que enfrentaron el Ébola en Liberia y la delegación que representó a esta provincia en la recién concluida Cumbre de los Pueblos, formaron parte este año de la presidencia del acto, celebrado en la plaza Mariana Grajales de esta ciudad.
Los obreros de esta provincia, ubicada en el extremo oriental de Cuba, manifestaron también su satisfacción por los resultados en los principales indicadores económicos.
El cumplimiento de las zafras azucarera, cafetalera y cacaotera fueron razones más que suficiente para que los guantanameros desfilaran este día Internacional de los trabajadores y reafirmaran su compromiso con la Revolución, afirmaron dirigentes sindicales del territorio.