Por Vivian DIAZ BARDAJI
Cuando el 10 de diciembre de
1903, a las 12 meridiano, Estados Unidos tomó posesión de las tierras y
las aguas de parte de la bahía de Guantánamo, por medio del Tratado
Permanente, firmado los días 16-23 de febrero de ese mismo año, comenzó
la bochornosa usurpación de una parte de nuestro territorio.
Recordar este hecho tiene para la
historia de Cuba una trascendental importancia, por el sufrimiento y
los daños que su permanencia, durante todo este siglo, ha provocado en
el pueblo cubano. Es necesario, entonces, no permitir el olvido, porque
sería borrar la ignominia que se ha vivido.
Para nadie es un secreto el
definido carácter ilegal de este enclave militar, fundamentado
básicamente, entre otros elementos, por las amenazas y coacción
utilizadas como método para su imposición. De la onerosa Enmienda Platt
nace la base naval de Guantánamo, y ésta fue rechazada firmemente por
el pueblo cubano, dando paso a un marcado sentimiento antimperialista,
que nos ha identificado hasta hoy.
Durante el período de la
República Neocolonial, los gobiernos títeres que por ella transitaron
vieron con buenos ojos su existencia y como marionetas siguieron
fielmente los dictámenes de Washington, aunque estos estuvieran en
contra de los intereses de la patria. Así, en 1912, en el genocidio
cometido contra el Movimiento de los Independientes de Color,
intervinieron fuerzas norteamericanas procedentes de la Base.
En esta etapa, por citar otro
ejemplo, se abastecían desde esta instalación militar los aviones del
Ejército de Batista, que entre 1957 y 1958 bombardearon los territorios
liberados por los rebeldes en la Sierra Maestra.
En la Demanda del Pueblo de Cuba
al Gobierno de EE. UU. por Daños Humanos se plantea que la Base Naval
de Guantánamo, a partir del triunfo revolucionario, se ha convertido en
una amenaza cada vez más peligrosa. Las provocaciones provenientes de
la misma han causado serias dificultades a nuestra sociedad y dejado un
saldo de 8 muertos y 15 mutilados.
Receptora de los que ilegalmente
pretenden salir del país, es un medio que favorece los propósitos
asesinos de la Ley Migratoria de Ajuste Cubano, con un elevado saldo en
pérdida de vidas humanas y otros daños a los que irreflexivamente
escogen esta vía.
Parte importante del Diferendo
histórico EE. UU.- Cuba, desde este territorio se han producido hacia
nuestro país, de 1962 hasta la fecha, 5 236 provocaciones y 8 262
violaciones del espacio aéreo, de las aguas jurisdiccionales y del
territorio nacional. Ante estos hechos el gobierno cubano ha dado
muestras de serenidad y paciencia, pues en nuestro caso evitar la
guerra equivale a ganarla.
Este siglo de su permanencia
ilegal en una parte del suelo patrio ha significado vejamen, atropello,
muerte, hambre, presión, chantaje, pero ha servido también para
consolidar la conciencia antimperialista y revolucionaria del pueblo
cubano, que crece como ejemplo para el resto del mundo.
La conmemoración del centenario de
este enclave militar norteamericano en una parte de la bahía de
Guantánamo, servirá para, una vez más, denunciar ante la humanidad los
crímenes cometidos por esta potencia imperialista contra nuestro país.
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