sábado, junio 07, 2014

EE.UU: escándalo por canje de detenidos en base naval de Guantánamo

Por Roberto García Hernández *

El reciente intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y las fuerzas insurgentes afganas, que para algunos parecía algo simple, se convirtió en un escándalo que involucra al Pentágono, el Congreso y el propio presidente Barack Obama. 

Los talibanes liberaron el pasado 31 de mayo al sargento Bowe Bergdahl a cambio de la salida de cinco prisioneros afganos de la cárcel en la base naval de Guantánamo, en el este de Cuba, en una negociación en la que sirvió de intermediario el gobierno de Catar.

Washington mantiene desde 2002 un centro de internamiento en esa instalación, ubicada en territorio cubano contra la voluntad del pueblo y gobierno de la isla caribeña.

Los críticos del canje señalan que este constituye "una victoria moral para los talibanes" en un momento crítico para las tropas de Estados Unidos en el país asiático, la mayoría de cuyos integrantes regresarán a casa antes de que finalice 2014.

Por otra parte, el presidente Barack Obama defendió el 3 de junio, durante una visita a Varsovia, Polonia, su decisión de canjear a los reos de Guantánamo por el militar estadounidense y señaló que este último pasará por un proceso de interrogatorios para determinar si cometió algún delito.

El mandatario trató de calmar los ánimos de quienes dicen que los exprisioneros podrían retornar a sus actividades insurgentes, y al respecto señaló que Estados Unidos y el gobierno de Catar participarán en acciones conjuntas para monitorear el comportamiento de esas personas en el futuro.

"Hemos consultado con el Congreso desde hace algún tiempo acerca de la posibilidad de realizar un intercambio de reos para recuperar a Bergdahl, y vimos una oportunidad que aprovechamos, con la ayuda de las autoridades cataríes", añadió Obama.

Pero esta no parece ser la opinión del presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, el republicano Buck McKeon, quien aseguró que el mandatario "violó la ley al no informar al Capitolio 30 días antes de la liberación de los presos".

Las conversaciones comenzaron hace algún tiempo pero los congresistas estuvieron siempre al margen, "y yo no he sido parte de esto a pesar de mi cargo", agregó McKeon.

El intercambio de presos provocó fuertes críticas también entre otros legisladores republicanos, muchos de los cuales acusan al jefe de la Casa Blanca de "negociar con los terroristas" para liberar a un militar acusado de desertar de las filas del Ejército estadounidense en Afganistán.

Medios de prensa estadounidenses aseguran que el Pentágono determinó en 2010 que Bergdahl abandonó su puesto el 30 de junio de 2009, tras dejar una nota en el dormitorio donde rechazaba la guerra que Washington lleva a cabo en ese país desde 2001.

Varios soldados que estaban en la misma unidad de Bergdahl insisten en corroborar esta tesis y acusan al sargento de ser el culpable de la muerte de varios de sus compañeros que cumplieron misiones de búsqueda y rescate tras su desaparición.

También el Pentágono prometió una investigación sobre el caso, y al respecto el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de Estados Unidos, general Martin Dempsey, dijo el 3 de junio que la pesquisa determinará si en realidad Bergdahl era un desertor, como alegan varios de sus colegas. Dempsey, quien es el militar de más alto rango en las fuerzas armadas norteamericanas, añadió que la pesquisa determinará si realmente Bergdahl abandonó su unidad en Afganistán en 2009 y si así fuera se tomarán las medidas pertinentes.

Sin embargo, el general defendió la obligación de las fuerzas armadas de Estados Unidos de hacer todo lo necesario para rescatar a cualquiera de sus miembros que sea capturado por el adversario.

Bergdahl, de 28 años, está actualmente ingresado en el centro médico del Pentágono en Landstuhl, Alemania, hasta que se decida su traslado a territorio continental de Estados Unidos.

Por su parte, el diario The Washington Post publicó el 3 de junio una relación de los cinco detenidos afganos que fueron canjeados por el militar estadounidense, entre los que se destaca Khirullah Said Wali Khairkhwa, exministro del Interior y fundador del movimiento talibán.

Otro de los liberados fue Mullah Mohammad Fazl, quien según el Post fue jefe de estado mayor de las unidades insurgentes afganas en la década de los años 90, acusado de matar en 2001 al oficial de la CIA Johnny Michael Spann, el primer estadounidense muerto en suelo afgano.

Los nombres de los restantes son Mohammed Nabi Omari, quien según el Post era uno de los líderes talibanes más importantes detenidos en Guantánamo; Mullah Norullah Noori, exgobernador de varias provincias, así como Abdul Haq Wasiq, exvicejefe de inteligencia de los talibanes.

En este contexto, expertos y medios de prensa estadounidenses consideran que los republicanos aprovechan la coyuntura para sumar este tema a la lista de acusaciones que mantienen contra sus colegas demócratas en el Congreso y el jefe de la Casa Blanca en política exterior.

Resulta evidente para estos observadores que el liderazgo del partido rojo decidió no perder esta oportunidad para criticar al gobierno y sus seguidores, a pocos meses de los comicios de medio término del martes 4 de noviembre de 2014.

En dichos comicios estarán en juego los 435 puestos de la Cámara de Representantes, 33 de los 100 asientos del Senado, 38 cargos de gobernadores y la integración de 46 de las 50 legislaturas estaduales.

*Periodista de la redacción Norteamérica de Prensa Latina.

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